Orgullo de pony

Soy un pony, que no caballo. Es como si a un sapo le llamas rana o a un cocainómano le llamas adicto a los chicles de menta... Yo no fui caballo por 2 centímetros, los 2 putos centímetros que me faltan para poder montar en las atracciones guays del parque de atracciones, los 2 putos centímetros necesarios para llegar a la estantería donde mi padre, el caballo, guarda a su homólogo en una cajita de metal, los 2 insignificantes pero ineludibles jodi2 centímetros que hacen de mi vida un infierno en miniatura, un aquelarre satánico de talla SS, el blanco de las pisadas, escupitajos y cigarros sin apagar...
Soy un pony cabreado, sí, y qué?? me vas a pisar!!?? puede que no sea tan alto como laaaa luna ay ay! pero doy unas patadas en los huevos que te dejo tiritando y con ganas de no pedir más.
Tú eres un caballo??? tú eres un caballo??? Sabes que hago yo con los caballos??? Me los como!!!! que dicen los expertos que tienen carne dulce, tierna, baja en grasas y con un alto contenido en proteínas!! Y por si fuera poco, porque aún no he acabado contigo ca-caballo, con tus pelos me hago el arco de un puto violín!!!
Cómo se pasa el pony!!! cómo se pasa el pony!!!! El pony se pasa lo que pienses por el metro cuarenta y ocho de máximo que podemos medir de alto y por una pedazo de tranca que en tu vida superarás porque, siguiendo la regla de la L...., dicho queda, ca-ba-lli-to.

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